No, no estás soñando, no has cruzado el Atlántico sino el Orbe... Esta réplica de La Liberté iluminando el mundo, estaba en la proa del transatlántico "Maxim's des mers" que en 1986 fue a celebrar, con a bordo las estrellas del mundo del espectáculo, el centenario de la estatua real en Nueva York. Los armadores decidieron tiempo después desembarcar este engorroso mascarón de proa. Así que el capitán del transatlántico, un tal Albert Abelanet, natural de Lugné, decidió salvarla de un ahogamiento seguro, y así es como la bella Liberty recibe a los visitantes que se asombran de encontrarse en tan buena compañía en la plaza de este encantador pequeña aldea
Raoul Bayou, alcalde de Cessenon, quería izarlo por encima de la colina de Cessenon, pero se estaba volviendo demasiado caro. Actualmente descansa sobre una base realizada con una piedra recuperada de un puente sobre el Orbe. Nuestra estatua acaba de recuperar su tiara que un vándalo había destruido. El comandante Abelanet murió en 2012.
¡Así que ve a la Place de Lugné para una foto inevitable!