Abadía clasificada como monumento histórico. Una abadía de la orden premonstratense en el corazón del Languedoc cerca de una fuente sagrada y etapa de un camino de Saint-Jacques. El máximo exponente de la arquitectura románica de la región.
En el corazón de una meseta de monte bajo, el valle de Fontcaude alberga un manantial sagrado cerca del cual se asentaron canónigos desde el año 1154. Perfectamente restaurada, la abadía es una joya del arte románico en Languedoc. Abadía, claustro, museo de esculturas, fundición de campanas (siglo XII), molino de aceite se ofrecen a la contemplación desde 1969, cuando la asociación de “Amigos de Fontcaude” emprendió la restauración del lugar. Jacques de Compostelle, la abadía acoge conciertos del canto gregoriano.
Cada 25 de julio, la “Hermandad Jacquaire de Septimie” organiza su capítulo durante la fiesta dedicada al apóstol. Este evento, abierto a todos, es parte de la restauración de la tradición y la conservación.
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