La casa más pequeña de la aldea. Desde el dormitorio, la vista abarca una gran parte de Languedoc con la playa de Valras en el punto de mira, a 45 kilómetros de distancia en línea recta.
Cuenta la historia que esta casa fue habitada a principios del siglo XX por una familia con 9 hijos, entre ellos… 9 niñas. No sabemos por qué se ganó el apodo de la casa:
los gritos del padre que intentaba mantener un mínimo de orden o la dulce charla de las niñas.